lunes, 22 de octubre de 2012

La identificación adecuada de las personas trans provoca inclusión laboral

Como si lo que es evidente necesitase prueba: sin embargo aquí están las primeras evidencias de las consecuencias sobre la inserción laboral de la Ley de Identidad de Género en Argentina.


de la ley a la aceptacion social

Las transexuales, cada vez más incorporadas al mercado laboral

Empresas y administraciones públicas encaran la posibilidad de tomar a personas que han cambiado su género. El final de la prostitución.

Por Gisela Nicosia
06/10/12 - 03:19
 
Las transexuales, cada vez más incorporadas al mercado laboral Santa Fe. El gobernador Antonio Bonfatti en el acto donde puso en funciones a Alejandra Ironici.
Casi seis meses después de la aprobación de la Ley del Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género, cada vez son más los transexuales que se incorporan al mercado ordinario de trabajo. Algunos ejemplos sirven para demostrar lo que es una política activa de las organizaciones civiles tanto como de algunas empresas que se avienen a contratarlos como parte de su responsabilidad social. En Santa Fe, esta semana, el gobernador Antonio Bonfatti puso en funciones a Alejandra Ironici, en un hospital de Santa Fe. Pero no es la única insertada laboralmente: Mariana Casas es abogada del Consejo Nacional de la Mujer, y la animadora infantil conocida como Burbujitas da sus primeros pasos en la televisión (es la primera animadora trans del mundo).
En ese sentido, la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Falgbt) promueve acciones de sensibilización hacia empresas con el objetivo de mejorar las condiciones en el ámbito laboral de las personas LGBT además de favorecer la inclusión del colectivo trans. Pero la inserción no siempre resulta fácil, y por eso la  Falgbt asesora empresas en la gestión de la diversidad sexual en ámbitos laborales, por lo general a pedido de las propias compañías.
“Así fue como por ejemplo HP nos convocó para poder trabajar temáticas de diversidad e inclusión”, explicó Esteban Paulón, presidente de la Falgbt. La idea es que a la hora de seleccionar personal se pueda tener en cuenta la capacidad laboral más allá de la identidad de género.
También Telecom busca ese camino de inclusión, como parte de una estrategia contra todo tipo de discriminación. Por su parte, IBM, que ya cuenta con personal contratado LGBT, tiene la política de cumplir el compromiso de que todos puedan ser quiénes son en su ámbito laboral.
Según Alba Rueda, responsable del área trans de la organización 100% Diversidad y Derechos “está cambiando la cultura de exclusión”. “La Ley de Identidad de Género menciona explícitamente el derecho al desarrollo personal, aunque no el laboral. Este proceso social genera expectativas en las compañeras trans y se debe trabajar en esta sintonía para que todas tengan su empleo”, dice y suma que el Inadi y el Ministerio de Trabajo firmaron un convenio para promover la inserción laboral de trans en noviembre de 2011 y desde entonces la jefatura de Gabinete del Ministerio de Trabajo con organizaciones sociales promueven el acceso al trabajo y empleo de personas trans.
Así, una persona trans puede salir de la prostitución, y dedicarse no sólo a las profesiones y oficios como la peluquería y la costura. Son varias las historias de vida que se pueden citar como exitosas. Ironici, a sus 33 años, se incorporó al Servicio Perinatológico en el hospital Iturraspe de Santa Fe donde desempeñará tareas administrativas, y es la primera transexual en su provincia, y la tercera a nivel país, en la función pública. “Me siento feliz de poder ocupar este espacio para desempeñarme siendo yo. Debí trabajar por más de diez años fingiendo ser otra. Ahora me siento plena”, cuenta.
Otra historia es la de Mariana Casas. “Tuve la suerte de que nunca fui rechazada por mi familia, pero la sociedad siempre tiene una cuota de discriminación para las transexuales. Ahora debemos trabajar en el terreno social para lograr la aceptación total”, reflexiona.
En el caso de Agustina Brisel y de Laura Gallardo, su conquista en sus trabajos implicó trabajar como prostitutas. “Fue una etapa horrible. Yo quería ser mujer, no acostarme con cualquiera: por ser transexual no conseguía empleo. Celebro que hoy puedo lograr lo que quiero”, cuenta Brisel, alias Burbujitas. Logró empezar a trabajar en televisión gracias a su pareja, Fernando Gentile, productor televisivo. “En el programa intento dar amor a los niños. Doy consejos de ecología y juego con títeres, no hablo de sexualidad. Tengo el mismo derecho que otra persona para trabajar con niños” explicó.
La historia de Laura Gallardo es similar; su esposo la rescató de la calle y la ayudó a armar su emprendimiento. “Ahora gano la plata con más dignidad. Crié un hijo de una compañera de la calle y logré formar mi familia”, contó.

Más de dos mil documentos igualitarios
Para las distintas agrupaciones consultadas, la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario y la de Identidad de Género ayudaron a la aceptación social.
El 15 de julio de 2010 la Ley de Matrimonio Igualitario fue aprobada y hasta hoy son más de 6 mil los matrimonios celebrados. Por ejemplo, el área metropolitana de Buenos Aires lleva más de 2.800 uniones; sigue Santa Fe con 664 y Córdoba con 630, según los últimos datos de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt).
En el caso de la Ley de Identidad de Género, sancionada el 9 de mayo, ya se entregaron sólo en provincia de Buenos Aires 2 mil nuevos documentos de identidad. Afirman que aún está pendiente la aplicación de la regulación de las intervenciones médicas para la reasignación de sexo, en la que sólo en Santa Fe hay un registro de más de 200 personas en espera.
Según el Censo del Bicentenario, en el país hay 24 mil parejas del mismo sexo; la gran mayoría compuesta por dos mujeres.

Todavía hay muchos en la calle
A pesar de los esfuerzos, todavía ser trans implica enfrentar muchas dificultades a la hora de obtener un empleo. Según los resultados de la Prueba Piloto de la primera Encuesta sobre población trans, realizada en conjunto por el Indec y el Inadi el 20% de los entrevistados no cuentan con trabajo. En tanto, el 80% restante manifestó dedicarse a actividades vinculadas a la prostitución y otras actividades de precaria estabilidad. Y ocho de cada diez reconoció que declarar su identidad trans les dificulta la búsqueda de trabajo.
Estos datos surgen de 209 encuestas iniciales de la prueba piloto. Se espera que hacia comienzos del año próximo se realice un sondeo exaustivo en todo el país para poder analizar con más datos la situación de toda la población trans. En el caso del hombre transexual la actividad económica, según el estudio citado, logra trabajar por su propia cuenta (46%) o se desempeña como obrero o empleado (36%).
Para generar más fuentes de trabajo formal, la Asociación Travesis Transexuales Transgéneros brinda talleres para toda la comunidad. Las capacitaciones, que son en su mayoría con rápida salida laboral, pueden ser para diseño gráfico, marroquinería, informática, idiomas, entre otros. Tienen alrededor de treinta personas por cursos.

http://www.perfil.com/ediciones/2012/10/edicion_716/contenidos/noticia_0042.html

Exhiben en colegios de La Paz filmes para evitar la homofobia

Exhiben en colegios de La Paz filmes para evitar la homofobia

Debate. Los padres de familia rechazan la actividad por el temor a su influencia
Ciclo. Estudiantes de un colegio del Macrodistrito Cotahuma inician un debate después de ver ‘Las plegarias para Bobby’.
Ciclo. Estudiantes de un colegio del Macrodistrito Cotahuma inician un debate después de ver ‘Las plegarias para Bobby’. Foto: Nicolás Quinteros
La Razón / Guiomara Calle / La Paz
00:00 / 21 de octubre de 2012
Un ciclo de cine GLBT (Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales) se difunde en colegios de   La Paz para sensibilizar a los estudiantes de Secundaria sobre los derechos humanos de la población homosexual. Los padres de familia rechazan la actividad.
Los estudiantes de quinto y sexto de Secundaria de 12 establecimientos, ubicados en los macrodistritos de Cotahuma, Periférica y Hampaturi, participan del “Ciclo de muestra barrial de cine GLBT”, que exhibe en esta versión Plegarias a Bobby y La otra familia, dos películas que abordan el rechazo de la sociedad a la homosexualidad.
La Alcaldía de La Paz y la Asociación Civil de Desarrollo Social y Promoción Cultural (Adesproc) cumplen un cronograma para llegar a las unidades educativas que dieron el consentimiento para la actividad. Judith Huaylla, encargada de Diversidad Sexual y Genérica del municipio, informó que el propósito es sensibilizar a los colegiales sobre los derechos humanos y el respeto a la población GLBT.
“Hasta ahora, en la mayoría de los colegios sí funcionó y eso fue reflejado en el debate que se realiza, después del filme, con alumnos y maestros. Pero no faltaron los que prefirieron no participar, suponemos que eso viene desde la familia”, expresó.
Agregó que hubo establecimientos, que sin preámbulo, rechazaron la iniciativa porque consideran que las películas “podrían influenciar la orientación sexual de los alumnos”.
La Razón estuvo presente en una de las exhibiciones en un colegio de Cotahuma. Durante el filme, la mayoría de los alumnos no atendió, sin embargo, un pequeño grupo que se sentó adelante observó la cinta con mucha atención.
El presidente de la Junta Nacional de Padres de Familia, Franklin Gutiérrez, pidió suspender la emisión de estas producciones o difundirlas fuera de las unidades educativas con asistencia voluntaria.
“Esas películas podrían influir en nuestros hijos de forma negativa en su etapa de formación, porque el gay o lesbiana no nace sino que se hace”, declaró.
Por su parte, el psicopedagogo Jhonny Almanza manifestó que los filmes influirán negativamente en los estudiantes porque a esa edad atraviesan por una etapa de inseguridad emocional. “A los 17 o 18 años no saben ni la carrera que quieren estudiar y menos podrían definir su inclinación sexual”.
No obstante, el vocero de Adesproc, Alberto Moscoso, aseguró que ser homosexual no viene de un aprendizaje, abuso o información errónea, sino de la parte genética y el sentimiento. “Lo que queremos es evitar el bullying homofóbico en colegios”, dijo.
En unidades educativas con alumnos gay hay más apertura
En dos colegios donde se difundió el ciclo de cine GLBT hay tres estudiantes con diferente opción sexual, lo que facilitó la apertura a la orientación.
Los directores y educadores aceptaron la difusión de las películas, para que los compañeros de estos tres alumnos entiendan los derechos humanos de la población homosexual.
“En dos establecimientos, los profesores identificaron a tres estudiantes con diferente orientación sexual, por lo que autoridades del colegio consideraron que las películas ayudarían a la comprensión de sus compañeros para que no sean rechazados”, dijo Huaylla.
Moscoso indicó que la mayoría de estos alumnos son víctimas de bullying (violencia escolar) por la homofobia, razón por la que considera que el tema debe empezar a ser difundido en todos los colegios.
“En la década anterior, del 100% de jóvenes que se suicidaron, el 64% lo hizo por temas de orientación sexual e identidad de género, al no recibir apoyo de los padres y su primer entorno social. Por eso es importante la actividad, nosotros ya somos parte de la sociedad”, manifestó. El segundo ciclo concluirá a fines de noviembre. Durante este año se realizaron las dos primeras versiones de la actividad. En 2013 se inaugurará el tercer ciclo de cine GLBT y esta vez se prevé incluir a los padres de familia.
Sinopsis de las dos películas
‘Plegarias para Bobby’
Se trata de una cinta biográfica basada en una historia real ocurrida en los años 70. Bobby Griffith era un chico adolescente gay que se suicidó a causa de la intolerancia religiosa de su madre y  de la comunidad. Después del trágico evento, su madre comprende la homosexualidad de su hijo y empieza a luchar por la causa.
‘La otra familia’
Hendrix es un niño de siete años, hijo de una mujer adicta a las drogas que siempre lo deja abandonado en su casa. El pequeño es rescatado por una amiga y encargado a una pareja homosexual, que le ofrece comodidades y cariño, pero su madre quiere recuperarlo y las autoridades tratan de ingresarlo a un orfanato porque la sociedad no acepta a los gays como padres.
http://www.la-razon.com/sociedad/Exhiben-colegios-Paz-filmes-homofobia_0_1709229166.html

viernes, 5 de octubre de 2012

Chavez Un antimodelo para la izquierda

Mi traducción de un artículo que considero indispensable publicado en Francés en Le Monde.



Un antimodelo para la izquierda


Traducción TA

LE MONDE| 04.10.2012 a las 16:19 • actualizado a las 16:19 04/10/2012

Por Marc Saint-Upéry, ensayista y traductor

Presentar hoy la experiencia chavista como una inspiración para la izquierda europea es simplemente una estafa intelectual. Si se pretende debatir acerca de Venezuela, vale más sustituir un análisis serio a las medias verdades propagandistas esgrimidas en las visitas guiadas a los pueblos Potemkine del circo bolivariano.

Observador y militante sobre el terreno de los procesos políticos y sociales suramericanos desde hace quince años, también soy elector del Frente de Izquierda. Es a ese doble título que deseo aportar mi punto de vista. 


Beneficiaria de la más abundante maná petrolera de su historia, Venezuela se comprometió a partir de finales del año 2003 en una política de reducción de la pobreza meritoria, pero muy problemática tanto en sus métodos como en la sustancia.


Ella se enfrenta desde hace cinco años a los límites intrínsecos en tanto que persisten ose agravan los problemas agudos de inseguridad, de inflación, de vivienda y de sub-empleo. En cuanto a la marcha hacia el “socialismo”, señalemos simplemente que la parte del sector privado en la formación del PIB venezolano ha de hecho aumentado en los mandatos de Hugo Chávez.


Paralelamente a la decadencia acelerada de las “misiones” bolivarianas –brevemente revitalizadas a golpe de petrodólares antes de cada elección-, lo que no hay es una verdadera política social articulada a una reforma coherente del aparato del Estado. Lo social, en Venezuela, son operaciones de comando extra-institucionales, sin horizonte sostenible definido, a veces militarizadas, o bien directamente gerenciadas por un Estado extranjero a cambio de regalos petroleros.


Ninguna necesidad de prestarle oreja a la propaganda de la derecha local para comprender como esta política envejecida se inscribe en la lógica perversa del petro-Estado venezolano. En un documento fechado 2011, el Partido Comunista venezolano, aliado discretamente reticente de Hugo Chávez, señala no solamente que “el modelo de capitalismo dependiente de la renta e improductivo dominante en nuestro país se perpetúa, además que se refuerza”.


Se constata que no hay “ningún progreso en materia de diversificación de la economía” y por el contrario hay una grave profundización de su dependencia –tecnológica y alimentaria en particular- y el triunfo de una burguesía importadora parasitaria.


Los comunistas venezolanos subrayan además que las iniciativas económicas de tipo cooperativo o “empresa de producción social” promovidas marginalmente por el régimen tienen “muy poco éxito- un eufemismo educado vistos los desastres observables en el terreno.

Denunciando los daños del hiperpresidencialismo y la ausencia total de “instancias de dirección colectiva” ellos describen el Estado bolivariano como “altamente ineficaz”, constatan una “intensificación de la corrupción” y deploran, al lado de avances sociales parciales y frágiles, una verdadera “regresión en materia de planificación, de coordinación y de prestación de una serie de servicios públicos fundamentales”. Concusión: “No se puede ocultar el foso entre el discurso “socialista” de ciertos actores gubernamentales y la práctica concreta del gobierno, y la tensión que resulta ha llegado a un punto crítico”.

Es el mismo diagnóstico que emiten numerosas organizaciones políticas y sociales de izquierda y las decenas de miles de militantes progresistas honestos que, en estos últimos años, han tomados sus distancias con relación al proceso bolivariano. Inmediatamente tratados de “traidores” y de “agentes del imperio” por los esbirros del régimen, ellos tienen sin embargo cien veces razón de denunciar las contradicciones evidentes y la cultura política ultra-autoritaria constantemente reafirmada por la voz de su amo: “Yo exijo la lealdad absoluta a mi liderazgo. Yo no soy un individuo, yo soy un pueblo… Unidad, discusión libre y abierta, pero lealdad… Todo el resto es traición”. (Hugo Chávez, enero 2010).

Resumamos. En el plano social, a los esfuerzos redistributivos de los años 2004-2006 –pasablemente erráticos pero con el mérito de poner la cuestión social al centro del debate político- ha sucedido una fase de estancamiento ligada a gravísimas disfunciones de un Estado rentista colonizado por la boliburguesía (la “burguesía bolivariana”).

En el plano económico se constata una profundización vertiginosa de un modelo parasitario, dependiente y corrupto que Chávez no ha inventado, pero del que ha llevado al extremo todas las características más nefastas. En el plano internacional, hace mucho tiempo que todo el mundo sabe en América latina que a causa de sus incoherencias y su histrionismo estéril, Chávez ha perdido la batalla del liderazgo regional.

El discurso “anti-imperialista” del régimen, cuyas relaciones petrocomerciales con los Estados Unidos son excelentes, se resume en un apoyo indefectible y absoluto a Mouammar Kadhafi, Bachar Al-Assad, Mahmoud Ahmadinejad o Alexandre Loukachenko. Además, Chávez es patéticamente dependiente de las multinacionales brasileñas y come de la mano de su “mejor amigo”, el Presidente colombiano Juan Manuel Santos, aliado crucial de Washington.

A nivel de las prácticas institucionales, el gobierno de Chávez no es ciertamente una dictadura, pero, para tomar una comparación europea, en una escala del autoritarismo manipulador que iría de Silvio Berlusconi a Vladimir Poutine, es muy próximo en sus métodos y su espíritu de un régimen como el de Viktor Orban en Hungría.

Justicia a sus órdenes, criminalización de los movimientos sociales y del sindicalismo de lucha (los casos “Tarnac” de Chávez se cuentan por decenas), encarcelaciones arbitrarias, prohibiciones profesionales, confusión sistemática del partido y el Estado, despreico de los mecanismos y de las garantías definidas por la constitución bolivariana, tolerancia cómplice de la corrupción en los rangos del poder y protección desvergonzada de los nuevos ricos al servicio del régimen, la lista de los abusos y las violaciones es copiosa.

Finalmente, en términos de ética militante, Chávez y su partido de rabadillas encarnan un modelo hiper-caudillista caracterizado por sus tendencias mafiosas y su charlatanismo ideológico.

A pesar de la erosión electoral constante desde 2007, Chávez conserva suficiente capital carismático para ganar las elecciones, y los Venezolanos tienen el derecho de escoger sus dirigentes sin injerencias exteriores ni campañas que los hagan ver diabólicos. Pero en el fondo, el “modelo” bolivariano es exactamente lo contrario de lo que se debería esperar de una izquierda digna de ese nombre.

Marc Saint-Upéry es autor de « El sueño de Bolívar : Desafío de las izquierdas suramericanas »,  (La Découverte, 2007)




Un antimodèle à gauche


Présenter aujourd'hui l'expérience chaviste comme une inspiration pour la gauche européenne est tout simplement une escroquerie intellectuelle. Si l'on prétend débattre du Venezuela, mieux vaut ne pas substituer à une analyse sérieuse des demi-vérités propagandistes glanées lors de visites guidées dans les villages Potemkine du cirque bolivarien.

Observateur et militant sur le terrain des processus politiques et sociaux sud-américains depuis quinze ans, je suis aussi électeur du Front de gauche. C'est à ce double titre que je souhaite apporter mon point de vue.
Bénéficiaire de la plus abondante manne pétrolière de son histoire, le Venezuela a engagé à partir de fin de l'année 2003 une politique de réduction de la pauvreté méritoire mais très problématique dans ses méthodes comme dans sa substance.
Elle se heurte depuis cinq ans à des limites intrinsèques tandis que persistent ou s'aggravent des problèmes aigus d'insécurité, d'inflation, de logement et de sous-emploi. Quant à la marche vers le "socialisme", signalons simplement que la part du secteur privé dans la formation du PIB vénézuélien a en fait augmenté sous les mandats d'Hugo Chavez.
Parallèlement à la décadence avérée des "missions" bolivariennes - brièvement revitalisées à coups de pétrodollars avant chaque élection -, ce qui fait défaut, c'est une véritable politique sociale articulée à une réforme cohérente de l'appareil d'Etat. Le social, au Venezuela, ce sont des opérations de commando extra-institutionnelles, sans horizon soutenable défini, parfois militarisées, ou bien directement gérées par un Etat étranger en échange de cadeaux pétroliers.
Nul besoin de prêter l'oreille à la propagande de la droite locale pour comprendre comment cette politique velléitaire s'inscrit dans la logique perverse du pétro-Etat vénézuélien. Dans un document datant de 2011, le Parti communiste vénézuélien, allié discrètement réticent d'Hugo Chavez, signale que non seulement "le modèle de capitalisme dépendant rentier et improductif dominant dans notre pays se perpétue, mais qu'il se renforce".
On ne constate "aucun progrès en matière de diversification de l'économie" mais au contraire un grave approfondissement de sa dépendance - technologique et alimentaire en particulier - et le triomphe d'une bourgeoisie importatrice parasitaire.
Les communistes vénézuéliens soulignent en outre que les initiatives économiques de type coopérative ou "entreprise de production sociale" promues marginalement par le régime ont "très peu de succès" - un euphémisme poli vu les désastres observables sur le terrain.
Dénonçant les dégâts de l'hyperprésidentialisme et l'absence totale "d'instances de direction collective ", ils décrivent l'Etat bolivarien comme "hautement inefficace", constatent une "intensification de la corruption" et déplorent, à côté d'avancées sociales partielles et fragiles, une véritable "régression en matière de planification, de coordination et de prestation d'une série de services publics fondamentaux". Conclusion : "On ne peut plus occulter le fossé entre le discours "socialiste" de certains acteurs gouvernementaux et la pratique concrète du gouvernement, et la tension qui en résulte atteint un point critique."
C'est le même diagnostic qu'émettent les nombreuses organisations politiques et sociales de gauche et les dizaines de milliers de militants progressistes honnêtes qui, ces dernières années, ont pris leurs distances à l'égard du processus bolivarien. Aussitôt traités de "traîtres" et d'"agents de l'Empire" par les sbires du régime, ils ont pourtant cent fois raison de dénoncer ses contradictions criantes et la culture politique ultra-autoritaire constamment réaffirmée par la voix de son maître : "J'exige la loyauté absolue envers mon leadership. Je ne suis pas un individu, je suis un peuple... Unité, discussion libre et ouverte, mais loyauté... Tout le reste est trahison." (Hugo Chavez, janvier 2010.)
Résumons. Sur le plan social, aux efforts redistributifs des années 2004-2006 - passablement erratiques mais ayant eu le mérite de mettre la question sociale au centre du débat politique - a succédé une phase de stagnation liée aux gravissimes dysfonctions d'un Etat rentier colonisé par la boliburguesía (la "bourgeoisie bolivarienne").
Sur le plan économique, on constate l'approfondissement vertigineux d'un modèle parasitaire, dépendant et corrompu que Chavez n'a pas inventé, mais dont il a porté à l'extrême tous les traits les plus néfastes. Sur le plan international, il y a longtemps que tout le monde sait en Amérique latine que, du fait de ses incohérences et de son histrionisme stérile, Chavez a perdu la bataille du leadership régional.
Le discours "anti-impérialiste" du régime, dont les relations pétrocommerciales avec les Etats-Unis sont excellentes, se résume à un soutien indéfectible et tonitruant à Mouammar Kadhafi, Bachar Al-Assad, Mahmoud Ahmadinejad ou Alexandre Loukachenko. Qui plus est, Chavez est pathétiquement dépendant des multinationales brésiliennes et mange dans la main de son "meilleur ami", le président colombien Juan Manuel Santos, allié crucial de Washington.
Au niveau des pratiques institutionnelles, le gouvernement de Chavez n'est certes pas une dictature, mais, pour prendre une comparaison européenne, sur un gradient d'autoritarisme manipulateur qui irait de Silvio Berlusconi à Vladimir Poutine, il est très proche dans ses méthodes et son esprit d'un régime comme celui de Viktor Orban en Hongrie.
Justice aux ordres, criminalisation des mouvements sociaux et du syndicalisme de lutte (les "affaires Tarnac" de Chavez se comptent par dizaines), incarcérations arbitraires, interdictions professionnelles, confusion systématique du parti et de l'Etat, mépris des mécanismes et des garanties définis par la Constitution bolivarienne, tolérance complice de la corruption dans les rangs du pouvoir et protection éhontée des nouveaux riches au service du régime, la liste des abus et des violations est copieuse.
Enfin, en termes d'éthique militante, Chavez et son parti croupion incarnent un modèle hyper-caudilliste caractérisé par ses tendances mafieuses et son charlatanisme idéologique.
Malgré une érosion électorale constante depuis 2007, Chavez conserve suffisamment de capital charismatique pour gagner les élections, et les Vénézuéliens ont le droit de choisir leurs dirigeants sans ingérences extérieures ni campagnes de diabolisation. Mais sur le fond, le "modèle" bolivarien est exactement le contraire de ce à quoi devrait aspirer une gauche digne de ce nom.
© Marc Saint-Upéry
Marc Saint-Upéry est l'auteur du "Rêve de Bolivar : le défi des gauches sud-américaines" (La Découverte, 2007)